Reconducir la vacunación contra el sarampión
El sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que se puede contraer a cualquier edad y que puede propagarse ampliamente. Es especialmente peligroso para los niños pequeños y las mujeres embarazadas no vacunadas.
La vacunación ha reducido drásticamente la incidencia del sarampión en Europa, pero cuando los niños no están vacunados, se producen brotes. La eliminación del sarampión requiere que la cobertura de vacunación esté por encima del 95 % con dos dosis de la vacuna en todos los grupos de población y en todas las zonas geográficas.
Con una vacunación segura, podemos protegernos a nosotros mismos, a nuestros seres queridos y de forma mutua.
Vacúnate: haz que las vacunas funcionen
El aumento de los casos de sarampión en los países de la UE y del EEE pone de relieve la importancia de los programas habituales de inmunización infantil y de cubrir las carencias en materia de inmunidad entre quienes no fueron vacunados en el pasado. Se necesitan dos dosis de la vacuna para una protección máxima. En los países europeos, la primera dosis se administra normalmente entre los diez y los dieciocho meses de edad. La segunda dosis se puede administrar a partir de un mes después de la primera, de acuerdo con el calendario nacional de vacunación.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, más de 1,2 millones de niños y niñas de la región europea de la OMS no han recibido la vacunación que puede protegerlos contra el sarampión, las paperas y la rubéola (la vacuna SPR).
Combatir la información errónea, sea intencionada o no
Todos los padres y las madres quieren lo mejor para sus hijos e hijas, y en muchas ocasiones les surgen dudas o preocupaciones sobre la vacunación. Esto es normal y los pediatras o los proveedores de asistencia sanitaria están ahí para ayudar y responder a cualquier pregunta que se les pueda plantear. Al obtener información de fuentes fiables, se pueden tomar las mejores decisiones y dar a nuestros hijos e hijas la mejor salud en sus primeros años de vida.
Recuerde: la vacuna contra el sarampión lleva casi sesenta años usándose. Es segura y funciona.