Proteja su hígado con la vacunación contra la hepatitis B
Alrededor de 3,6 millones de personas en la UE/ el EEE están infectadas de forma crónica por la hepatitis B, una infección vírica evitable que puede causar cirrosis (acumulación de tejido fibroso en el hígado) y cáncer de hígado. Como parte del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, la Comisión ha establecido objetivos para reducir la morbilidad y la mortalidad relacionadas con el cáncer, en particular mediante la prevención de los cánceres causados por la hepatitis B.
Existen vacunas seguras y eficaces contra el VHB que ofrecen altos niveles de protección durante toda la vida.
Vacúnese: haga que las vacunas funcionen
En la mayoría de los países de la UE y del EEE se recomienda vacunar a todos los niños de corta edad contra la hepatitis B. La vacunación también resulta beneficiosa para las personas que no recibieron la vacuna durante su infancia. Todo el mundo puede infectarse, pero entre las personas de mayor riesgo se encuentran las que se inyectan drogas, las residentes en centros penitenciarios y las que padecen enfermedades hepáticas crónicas, infecciones por hepatitis C, o esperan un trasplante, así como los viajeros a países en los que la hepatitis B está presente. La actividad sexual es una vía de transmisión clave para la hepatitis B, por lo que las personas sexualmente promiscuas son especialmente vulnerables.
La eficacia de las estrategias de vacunación ha dado lugar a un descenso constante de los casos de transmisión de la hepatitis B en la UE y el EEE. Sin embargo, la disminución de la cobertura de vacunación en varios países subraya la necesidad de redoblar los esfuerzos para garantizar una protección óptima y unos niveles de transmisión bajos.
¿Sabía que...? la mayoría de las personas que padecen hepatitis B en Europa son adultos nacidos antes de que la vacuna contra la hepatitis B estuviera disponible en la década de 1980.
Combatir la información errónea y la desinformación
La vacunación rutinaria contra la hepatitis B de los niños de corta edad comenzó hace unos 30 años y desde entonces, su eficacia y seguridad se han evaluado y documentado rigurosamente. Si desea saber más, hable con su médico o con un profesional sanitario cualificado. Obtener información de fuentes fiables le ayudará a tomar decisiones con conocimiento de causa y le garantizará la mejor protección posible a lo largo de toda su vida.